Partido igualado y disputado el que se jugó en la mañana del sábado en el campo del grupo San Agustín frente al Torresport. Un campo quizás demasiado grande en dimensiones para la categoría Benjamín donde están más acostumbrados a jugar los locales.
El encuentro empezó con respeto entre los dos equipos, donde ninguno decidía arriesgar demasiado y quizás esperaba el fallo de su rival. No había ocasiones claras y los dos equipos estaban pendientes de aprovechar sus oportunidades.
El Benjamín F no se encontraba muy cómodo en un campo con grandes espacios sin ocupar, pero era algo que se había trabajado durante la semana y por lo que debía estar preparado.
En dos jugadas puntuales, una de ellas en una falta directa desde la frontal y en un golpeo a bote pronto desde larga distancia, los locales conseguían irse con ventaja de 2-0 al descanso sin que Arnau pudiese hacer nada por evitarlo.
La consigna al descanso era seguir practicando el fútbol que saben hacer los gualdinegros, independientemente del resultado. La palabra clave era paciencia.
Las llegadas por banda de Albert y Ferri, llevadas por Joan o Roberto, la solidez defensiva de Ferrán, Pablo Ávila, Pablo Cantavella y una espectacular intervención del portero Hugo que repelía hasta en 4 ocasiones consecutivas disparos en el área pequeña de diferentes jugadores del Torresport, hacían presagiar que algo positivo podía o iba a pasar.
Como si de una novela de suspense se tratara se iba a guardar lo mejor para el final.
Fruto de la creencia en sus posibilidades hasta el último segundo el Benjamín F empezó a encerrar al rival en su campo y en su área. Los córners y las llegadas se sucedían hasta que a falta de 5 minutos, Joan ponía el gol de la esperanza y que, definitivamente, volvía a marcar para establecer el empate final.
Gran segunda parte que hay que refrendar la semana próxima en la Ciudad Deportiva Pamesa frente al San Lorenzo de Castellón en el que será el partido de la octava jornada.
