Jornada 29, nos enfrentábamos al C.F. Promesas de Castalia, uno de los rivales más duros de la primera vuelta.
El partido no empezó como hubiéramos querido, una presión asfixiante del rival hizo que nos bloqueara en las salidas y que nos dejara sin ideas.
Tanto es así que la superioridad por momentos del rival no nos dejaba salir de nuestro campo y tras tres centros en contra seguidos nos poníamos por debajo en el marcador, su superioridad en el juego aéreo se hacía notar.
El partido seguía avanzando y no acabábamos de encontrarnos y entre embestidas del rival y momentos de claridad llegamos al descanso con 0-1 en el marcador.
Hablamos de los problemas que nos ocasionaba su presión alta y cómo encontrar una solución para salir de ella, lo tuvimos claro y empezó la segunda parte.
Empezó otro partido, salíamos rápido de su primera presión y teníamos campo para jugar. Ahí llegó nuestro gol combinado de una banda a otra y finalizar por el centro.
El partido empezó a tomar los matices de los últimos partidos. Teníamos el balón y por ello el control del partido, ahora nuestras ocasiones se sucedían y aunque no encontrábamos el segundo gol que nos pusiera por delante teníamos muchas ocasiones.
El partido finalizó y nos dividimos los untos igual que las partes. 1-1 a falta de la última jornada.