En estos días complicados para el mundo del deporte, en el que los profesionales se han visto obligados a realizar un parón, por ahora indefinido, en muchos de los casos en plena competición y en el tramo determinante de la temporada, cabe destacar la figura del preparador físico, a quién se le ha encomendado la tarea de mantener la forma física de los atletas, pero adaptándose a las circunstancias adversas.
Hablamos con Omar Ruíz, preparador físico del CD Roda en Tercera División y del Juvenil B en Liga Nacional, para conocer de primera mano los pasos que ha seguido la entidad gualdinegra para intentar que el estado físico de sus jugadores no decaiga en exceso.
- ¿De qué modo afecta la inactividad forzada en los deportistas?
La inactividad tanto para un deportista como para cualquier ser humano supone un cambio total en nuestro estilo de vida que debemos de saber sobrellevar, puesto que durante estos días tenemos menos movimiento y exposición al Sol, lo cual implica que podamos poner en riesgo nuestra salud.
En el deportista, si nos centramos en el rendimiento deportivo, debemos de entender que con los jugadores profesionales como el primer equipo nuestro, realizamos actividades prácticamente 6 veces por semana, con únicamente un día de descanso semanal, en el juvenil 5 días y 2 descanso.
Este parón supone que debemos de mantener el nivel de actividad lo más cercano a la práctica deportiva y es una tarea difícil puesto que desaparece el fútbol en su esencia, con balón, rival, compañero, porterías, etc…
Desde el cuerpo técnico mantenemos contacto semanalmente para tener en cuenta todo lo relevante a nuestras funciones y poder seguir desarrollando el máximo, dentro de las posibilidades que la situación nos permite.
- ¿Cual es el plan específico que deben seguir los jugadores del CD Roda en estos días de confinamiento?
Los jugadores del CD Roda, siguen un plan específico desde el primer minuto en el que se establece el confinamiento.
El plan esta centrado en desarrollar todas las cualidades que van a suponer un mantenimiento, o incluso aprovechamos para desarrollar mucho más aspectos como la fuerza general que en fases de plena competición no tienen tanto volumen de trabajo, como en transiciones o pre y post competición.
El estado de confinamiento supone una oportunidad para avanzar en aquellos que vienen de un proceso de lesión, así como aquellos aspectos de cada jugador que deben de potenciar a nivel individual y durante la competición es más complicado centrarse ya que el volumen de trabajo se centra y prioriza el rendimiento y el buen resultado.
En el primer equipo se ha preparado un plan de trabajo general en el que dividimos trabajo de fuerza con prevención de lesiones, trabajo interválico de alta intensidad, y trabajo regenerativo.
Además, se sigue un plan específico a cada uno de los jugadores dependiendo de sus posibilidades. En el caso de jugadores que disponen de espacios amplios, con casas grandes y terreno para desarrollar acciones de balón, se adapta un plan de trabajo para aproximarnos al máximo a las demandas del juego.
Una de las dinámicas que hemos introducido es el trabajo por videoconferencia mediante aplicaciones como zoom. De esta forma desarrollamos una sesión completa con toda la plantilla y además de fomentar y seguir con la buena cohesión del grupo y dinámicas, continuamos con el trabajo a nivel condicional.
- Sabiendo que el fútbol es un deporte de largos recorridos, y que ahora los jugadores se encuentran de cuarentena en sus casas, ¿como se adapta la preparación física a estas circunstancias?
El fútbol es un deporte de carácter completamente intermitente, donde predominan al 100% acciones de alta intensidad, realizadas durante un tiempo determinado corto por norma general, tales como sprints, cambios de ritmo, cambios de dirección, arrancadas y frenadas, saltos, forcejeos, etc. El sprint corto (< de 20m) es la acción más común y determinante en el fútbol, por lo que acciones de alta intensidad, de forma repetida, y aquellas acciones que nos permitan mantener y desarrollar la fuerza explosiva, la potencia, y la velocidad serán claves.
Para ello vamos trabajando durante todo el año con trabajos de fuerza y demás, y gracias a este trabajo conseguiremos mantener también un estado óptimo durante la situación en casa. Las adaptaciones que se producen a nivel neural mediante el entrenamiento de fuerza supondrán que manteniendo un estímulo adecuado la vuelta al trabajo sea mucho más fructífera.
La adaptación es individualizada, jugadores con medios como bicicletas estáticas, cintas, o con dimensiones grandes en casa, podrán desempeñar un tipo de actividades.
Aquellos que vivan en casas o pisos más pequeños tendrán un trabajo centrado en elevar su metabolismo mediante circuitos de acciones intensas con descansos cortos, realizados de forma intermitente.
Además todos ellos del trabajo de fuerza correspondiente, que es la cualidad más importante ya que un aumento de la fuerza supondrá mejor recuperación de las acciones que se realizan en el campo, y no solo eso, sino que nos hará más capaces de repetir esas acciones a alta intensidad sin bajar nuestro rendimiento, sobre todo en las segundas partes.
-¿Será necesario un periodo de adaptación para retomar el ritmo competitivo?
Sin duda todos los clubes vamos a necesitar un proceso de adaptación de nuevo.
Estamos en un momento único en la historia en el que vamos a estar más tiempo sin competir del que solemos estar en verano, en el periodo vacacional.
Por tanto, las medidas a tomar van a ser de adaptación al proceso y moldeables, como venimos haciendo durante toda la temporada.
El fútbol es un deporte de naturaleza impredecible, y actualmente no sabemos cuando volveremos al césped.
Lo que sabemos es adaptarnos a las circunstancias y estaremos preparados para lo que venga en estos días, siempre con una sonrisa y trabajando al 100%.
Cabe destacar que la figura que se resalta a nivel físico siempre es el preparador físico, pero esto es un trabajo de todos y cada uno de los integrantes de las plantillas, desde las más jóvenes en escoleta, hasta el primer equipo.
Vamos a centrar todo nuestro foco de atención en la oportunidad de mejora que tenemos ahora, la formación, el reinventarnos, el compartir tiempo con nuestras familias, y por supuesto darle ánimo y fuerza a todos aquellos que estén afectados por el covid-19.
